Claves para
el análisis de su recuperación
En
tiempos difíciles, los movimientos generadores de ilusión y de alegría, son
siempre bienvenidos, sobre todo si surgen desde la base, desde el ciudadano.
Las personas nos movemos por sentimientos, y estos a veces se aglutinan en
torno a algo material o inmaterial. La tradición del volteo de campanas en
Agüero, con sus peculiaridades diferenciadoras, recoge el sentir de un pueblo,
que hace causa común en la necesidad urgente de recuperar una tradición, que
como herencia, ha sido trasmitida ininterrumpidamente desde hace mas de quinientos
años, y que desde hace treinta, por diversas causas, se ha paralizado. Este
reto, surge desde la responsabilidad personal de cada vecino, ante un futuro en
el que se quiere que la tradición permanezca, como el mejor regalo que se puede
dar a las generaciones futuras.
Arte y Cultura;
La Campana es un objeto artístico y un instrumento musical. Es un objeto
artístico ya que se creó para generar belleza estética y musical, con un valor
patrimonial importante, por su antigüedad. El volteo de un conjunto de campanas
bien manejadas genera; sonido, ritmo, melodía y armonía. Parámetros que nos
indican que ahí, hay música. Pero una música enormemente impactante. El tener
la oportunidad de presenciar desde el propio campanario, cómo los “bandeadores”
voltean estos “objetos musicales” de cerca de dos toneladas de peso, y de
quinientos años de antigüedad, tirando con sus propias manos del yugo, no deja
indiferente a nadie, no se olvida. Sin lugar a dudas es este un espectáculo
grandioso, que cuando es visto con ojos críticos, rebela su verdadera
dimensión, antropológica, religiosa, cultural e histórica. Los artesanos,
unieron su saber y sus esfuerzos para crear unas campanas bellas y con un
sonido limpio y templado. El maestro fundidor, fabricaba la campana a los pies
de la torre, mezclaba el cobre y el estaño, y otros metales en proporciones
mínimas que solo el conocía, para obtener un bronce sonoro. Las dotaba de
inscripciones, de adornos, y trabajaba para que su sonoridad fuera una nota
musical, limpia y perfecta. El maestro carpintero, realizaba el yugo, en
maderas de excelente calidad y dureza, haciendo el cálculo del peso de este,
con respecto al peso de la campana, para que el conjunto estuviera equilibrado
y a los “bandeadores” les resultase menos esforzado su trabajo, dándole además
una forma singular y agradable. Campana y yugo no tienen que pesar lo mismo, la
campana tiene que pesar mas, para que coja inercia a la bajada y ayude a los
bandeadores, pero tampoco la diferencia tiene que ser mucha, ya que si no,
sería muy duro voltearlas, llegando a imposibilitar esta acción, si la
diferencia entre los pesos es mucha, además el ritmo del sonido no sería
armónico. En el herrero recaía la responsabilidad de unir las dos enormes y
pesadas piezas de una forma segura, cerca de dos toneladas de peso, que
girarían vertiginosamente a la tracción de los bandeadores, sobre un eje de
hierro forjado de unos pocos centímetros de diámetro. Él fabricaba en su fragua
todo lo necesario. Es por esto, que todo estudio importante sobre campanas,
insiste en el valor patrimonial, artesanal y artístico por igual, de campana,
yugo y herrajes.
Patrimonio Cultural Inmaterial
Cada
vez se tiene más en cuenta el valor inmaterial de algunas tradiciones. El
sonido, la música, es inmaterial, pero tiene un valor enorme que hay que
proteger. A veces puede parecer difícil explicar esto, pero en el caso de las
campanas, hay dos parámetros que nadie pone en duda. Por un lado, la alegría
enorme que sentían las personas del pueblo, al escuchar su sonido. Cuando se
volteaban para la Virgen,
su sonido llegaba a oírse a seis horas de camino, por los vecinos que volvían
del campo para la fiesta. Otra clave, que indica el valor patrimonial
inmaterial de las campanas, es el hecho de que el sonido que hoy podríamos
escuchar, es el mismo que escucharon en su día, los habitantes de Agüero de
hace quinientos años. Todo ha cambiado alrededor de la Iglesia, del templo. La
sociedad, las formas de trabajo, la forma de desplazarse, de comunicarse, y un
sinfín de etcéteras. Pero las campanas siguen ahí, y su sonido también, como
hilo conductor que nos une a nuestros ancestros. En pocas manifestaciones
culturales sucede esto, por muy arraigadas que estén.
B.I.C.
Todo
el conjunto de la Iglesia
de El Salvador, de Agüero; templo, torre y campanas. Esta catalogado como BIC,
bien de interés cultural.
Promoción de los Pueblos
En los últimos años, ha habido un interés especial, desde las
diferentes administraciones en poner en marcha políticas encaminadas a la
fijación de la población en el medio rural. Esto en la práctica, la mayoría de
las veces no es nada fácil. En Agüero se dan las condiciones para que con un
poco de ayuda, el pueblo se potencie de una manera importante. El entorno
cercano es interesante, a pocos kilómetros de Agüero, se encuentra el Castillo
de Loarre, el pueblo de Riglos con sus mallos, como una de las escuelas más
importantes de escalada en roca de España, o Murillo de Gallego y sus empresas
dedicadas a los deportes de aventura, y en especial todo lo relacionado con las
aguas bravas. Agüero es espectacular, y así lo afirman la mayoría de las
personas que lo visitan; la imagen del pueblo al pie de sus mallos, habla por
si sola. Además, cuenta con una joya del románico, como es tratada por los
expertos, la Iglesia
de Santiago, a dos kilómetros del pueblo, catalogada como monumento nacional.
Cuenta también con el único museo del órgano que existe en España, legado del
antiguo párroco, Don Luís Galindo, experto en restauración de órganos de
Iglesia. Además de la Iglesia
de El Salvador, en donde se encuentran las campanas. La recuperación de las
campanas y sus volteos, sería el altavoz que haría visible a Agüero, y pondría
en valor todo lo que puede ofrecer.
Religiosidad y Tradición
La llamada al rezo para los Cristianos, siempre fue el volteo de
las campanas. A través de las campanas se expresaba desde la alegría por las
fiestas patronales, o por una boda, hasta la tristeza por la muerte de un
vecino. La recuperación-restauración de las campanas, implicaría la
restauración de la torre, aquejada de grietas de poca magnitud, en su
estructura. Este hecho daría pie, a una futura restauración del templo. Mas
compleja y costosa, y que ahora no se contempla. Pero que todo el pueblo desea.
Jorge Viejo Gil
Febrero 2012