miércoles, 29 de febrero de 2012

Las campanas de Agüero


Claves para el análisis de su recuperación



En tiempos difíciles, los movimientos generadores de ilusión y de alegría, son siempre bienvenidos, sobre todo si surgen desde la base, desde el ciudadano. Las personas nos movemos por sentimientos, y estos a veces se aglutinan en torno a algo material o inmaterial. La tradición del volteo de campanas en Agüero, con sus peculiaridades diferenciadoras, recoge el sentir de un pueblo, que hace causa común en la necesidad urgente de recuperar una tradición, que como herencia, ha sido trasmitida ininterrumpidamente desde hace mas de quinientos años, y que desde hace treinta, por diversas causas, se ha paralizado. Este reto, surge desde la responsabilidad personal de cada vecino, ante un futuro en el que se quiere que la tradición permanezca, como el mejor regalo que se puede dar a las generaciones futuras.


Arte y Cultura;

La Campana es un objeto artístico y un instrumento musical. Es un objeto artístico ya que se creó para generar belleza estética y musical, con un valor patrimonial importante, por su antigüedad. El volteo de un conjunto de campanas bien manejadas genera; sonido, ritmo, melodía y armonía. Parámetros que nos indican que ahí, hay música. Pero una música enormemente impactante. El tener la oportunidad de presenciar desde el propio campanario, cómo los “bandeadores” voltean estos “objetos musicales” de cerca de dos toneladas de peso, y de quinientos años de antigüedad, tirando con sus propias manos del yugo, no deja indiferente a nadie, no se olvida. Sin lugar a dudas es este un espectáculo grandioso, que cuando es visto con ojos críticos, rebela su verdadera dimensión, antropológica, religiosa, cultural e histórica. Los artesanos, unieron su saber y sus esfuerzos para crear unas campanas bellas y con un sonido limpio y templado. El maestro fundidor, fabricaba la campana a los pies de la torre, mezclaba el cobre y el estaño, y otros metales en proporciones mínimas que solo el conocía, para obtener un bronce sonoro. Las dotaba de inscripciones, de adornos, y trabajaba para que su sonoridad fuera una nota musical, limpia y perfecta. El maestro carpintero, realizaba el yugo, en maderas de excelente calidad y dureza, haciendo el cálculo del peso de este, con respecto al peso de la campana, para que el conjunto estuviera equilibrado y a los “bandeadores” les resultase menos esforzado su trabajo, dándole además una forma singular y agradable. Campana y yugo no tienen que pesar lo mismo, la campana tiene que pesar mas, para que coja inercia a la bajada y ayude a los bandeadores, pero tampoco la diferencia tiene que ser mucha, ya que si no, sería muy duro voltearlas, llegando a imposibilitar esta acción, si la diferencia entre los pesos es mucha, además el ritmo del sonido no sería armónico. En el herrero recaía la responsabilidad de unir las dos enormes y pesadas piezas de una forma segura, cerca de dos toneladas de peso, que girarían vertiginosamente a la tracción de los bandeadores, sobre un eje de hierro forjado de unos pocos centímetros de diámetro. Él fabricaba en su fragua todo lo necesario. Es por esto, que todo estudio importante sobre campanas, insiste en el valor patrimonial, artesanal y artístico por igual, de campana, yugo y herrajes.


Patrimonio Cultural Inmaterial

Cada vez se tiene más en cuenta el valor inmaterial de algunas tradiciones. El sonido, la música, es inmaterial, pero tiene un valor enorme que hay que proteger. A veces puede parecer difícil explicar esto, pero en el caso de las campanas, hay dos parámetros que nadie pone en duda. Por un lado, la alegría enorme que sentían las personas del pueblo, al escuchar su sonido. Cuando se volteaban para la Virgen, su sonido llegaba a oírse a seis horas de camino, por los vecinos que volvían del campo para la fiesta. Otra clave, que indica el valor patrimonial inmaterial de las campanas, es el hecho de que el sonido que hoy podríamos escuchar, es el mismo que escucharon en su día, los habitantes de Agüero de hace quinientos años. Todo ha cambiado alrededor de la Iglesia, del templo. La sociedad, las formas de trabajo, la forma de desplazarse, de comunicarse, y un sinfín de etcéteras. Pero las campanas siguen ahí, y su sonido también, como hilo conductor que nos une a nuestros ancestros. En pocas manifestaciones culturales sucede esto, por muy arraigadas que estén.



B.I.C.

Todo el conjunto de la Iglesia de El Salvador, de Agüero; templo, torre y campanas. Esta catalogado como BIC, bien de interés cultural.



Promoción de los Pueblos

En los últimos años, ha habido un interés especial, desde las diferentes administraciones en poner en marcha políticas encaminadas a la fijación de la población en el medio rural. Esto en la práctica, la mayoría de las veces no es nada fácil. En Agüero se dan las condiciones para que con un poco de ayuda, el pueblo se potencie de una manera importante. El entorno cercano es interesante, a pocos kilómetros de Agüero, se encuentra el Castillo de Loarre, el pueblo de Riglos con sus mallos, como una de las escuelas más importantes de escalada en roca de España, o Murillo de Gallego y sus empresas dedicadas a los deportes de aventura, y en especial todo lo relacionado con las aguas bravas. Agüero es espectacular, y así lo afirman la mayoría de las personas que lo visitan; la imagen del pueblo al pie de sus mallos, habla por si sola. Además, cuenta con una joya del románico, como es tratada por los expertos, la Iglesia de Santiago, a dos kilómetros del pueblo, catalogada como monumento nacional. Cuenta también con el único museo del órgano que existe en España, legado del antiguo párroco, Don Luís Galindo, experto en restauración de órganos de Iglesia. Además de la Iglesia de El Salvador, en donde se encuentran las campanas. La recuperación de las campanas y sus volteos, sería el altavoz que haría visible a Agüero, y pondría en valor todo lo que puede ofrecer.


Religiosidad y Tradición

La llamada al rezo para los Cristianos, siempre fue el volteo de las campanas. A través de las campanas se expresaba desde la alegría por las fiestas patronales, o por una boda, hasta la tristeza por la muerte de un vecino. La recuperación-restauración de las campanas, implicaría la restauración de la torre, aquejada de grietas de poca magnitud, en su estructura. Este hecho daría pie, a una futura restauración del templo. Mas compleja y costosa, y que ahora no se contempla. Pero que todo el pueblo desea.


Jorge Viejo Gil
Febrero 2012